Desamores
Todo terminaba esa tarde, llena de lluvia y relámpagos, con unas nubes grises, expresando la mismísima tristeza del mundo, esa tristeza y melancolía que nos envuelve a todos en un abismo, ese abismo en el que todos caemos cuando sufrimos una decepción. Esas decepciones que nos perjudican y nos hieren de por vida, esas vidas que desperdiciamos haciendo mal a otras personas, esos males que nos entristecen…
Porque esa lluvia me hizo sentir que el mundo estaba llorando junto a mí, que me estaba acompañando en ese momento de agonía, en esta vida fétida que tengo…, en este vacío que siento dentro del alma, dentro de mi corazón resquebrajado por esta decepción, estas heridas que nunca sanarán, ni con el tiempo… ni con la muerte. ¿Cómo puede una persona hacerle tanto mal a otra? Esos males que acaban con nuestra sonrisa y nos envuelven en la desesperación y el agobio, esos males que nos deprimen y entristecen…
Porque esa tarde mis ojos lloraban sangre… Porque esa tarde mi alma se destrozaba a si mismo… Porque mi vida se había venido abajo completamente y lo único que pensaba era en acabar con esta…
Porque esa tarde se había ido de mis manos aquella esperanza que reflejaba la mismísima luz de la vida, esa vida que tanto quise, y nunca puede tener entre mis brazos, ese corazón que tanto anhelé, y jamás me fue correspondido, esos labios que tanto ansíe, y jamás me fueron dados… esa alma que tanto amé, y seguiré amando…
Pero… ¿Por qué es así? ¿Por qué los sentimientos más inmensos del ser humano se desvanecen solo con unas palabras? ¿Por qué esta melancolía mata hasta al hombre más fuerte? ¿Es acaso que hay amores que no son correspondidos? ¿Acaso hay ocasiones en que El Amor No Basta? Estúpido ¿No?
En ese momento vagaron por mi cabeza un millón de cosas, pero lo que sobresalía de todas estas eran sus recuerdos, sus labios, su sonrisa, su ser, su alma, mi todo… Porque en esos momentos salieron todas sus caricias, y recordé todo lo que alguna vez sentí por ella y más aun… lo que seguía sintiendo por esa mujer…
Y todos esos recuerdos eran una tortura para mi mente, para esta alma podrida y en especial para mi corazón… pero no pude evitarlo, porque esos recuerdos lo eran todo para mí, porque esos recuerdos varias veces me llenaron de alegría, pintaron una felicidad inmensa en mi espíritu y tacharon por completo esos sentimientos de vacío y angustia que sentí en esta simple vida, porque esos días mi rayo de vida era ella, esa mujer que le dio vida a mi muerte, esa mujer que amé día y noche, durante el momento en que la conocía hasta el final de mis días, a esa mujer a la que alguna vez llame “Mi Amor”, pero que tenía un nombre, el cual era Alejandra…
Y todo tiene un comienzo y un fin, y la diferencia de estas dos cosas es muy grande, porque entre “El Principio” y “El Fin” de las cosas hay un universo completo, porque este primero nos llena de felicidad mientras que el otro nos atormenta y nos entristece. Pero hay ocasiones que el primero nos duele hasta el alma, mientras que el último nos da alivio.
¿Y qué hay con el amor? En ese momento pensé en mis palabras, reflexioné y quede durante unos momentos viendo la lluvia que caía del cielo, escuche atentamente el sonido que hacen las gotas al chocar con el suelo, que en ese momento era un tranquilizante para mi alma…
En la vida, hay amores que no tienen principio ni fin, porque hay ocasiones en que no nos percatamos de cuando empezamos a amar, y hay veces que nunca dejamos de hacerlo.
Para mi fortuna, puedo recordar cómo empezó todo esto, el porqué me encontraba en esta situación, el cómo empezaron a surgir estos sentimientos que vagan en mi alma… esas tantas cosas que sentía por esa mujer…
No hay comentarios:
Publicar un comentario