Fue que estábamos en mi casa. Era una gran reunión familiar y de amistades de esta. Demasiada gente para un pequeño departamento como el mío. Todo mundo reía y platicaba.
Recorrí la casa, y por todas partes veía gente conviviendo, de todas las edades, conocidos nuestros o lejanos familiares, aunque también muchas personas en mi vida las había visto.
En ese momento recibí una llamada. Eran mis amigos, me invitaban a Xochimilco. Era de noche, pero no era broma, en realidad me invitaban. Fue que cauteloso me le acerque a mi mama para pedir permiso. Ella se encontraba con unas amigas y mi tía. Le pregunte, a lo cual accedió sin peros. Eso me sorprendió demasiado. Tomé mis llaves y mi cartera y me fui.
Tome un transporte y llegue al lugar citado. Ahí estaban todos. Tomamos un camión y empezó el viaje. Yo, como siempre que viajo, me senté en una ventanilla y sin hacer caso a los demás, mi vista se fijo en esta viendo el exterior y el cómo recorríamos la ciudad. Les recuerdo que era de noche, así que mi vista se deleitaba con cientos de luces, de autos, de establecimientos, lámparas y demás. Después de un momento, me dormí.
Al despertar, noté que solo nosotros veníamos en el camión, uno de nosotros venía conduciendo, nos habíamos pasado el destino y viajábamos más aun. Me comentaron de un pequeño pueblo para pasar el fin de semana, no entiendo él porque querían ir a ese lugar, pero accedí.
Viajamos por un rato más. Fue entonces que llegamos a un lugar donde había demasiada gente, así como una especie de caseta, autos estacionados, vendedores ambulantes así como personas comiendo. Era de tarde ya. Hace 1 día que habíamos empezado a viajar. La gente miraba nuestro transporte, nos miraba por nuestras ventanas. ¿Qué pasa con ellos?
No nos detuvimos ni nada. Al final de esta había dos caminos. Los dos llevaban a nuestro destino, sin embargo, tomamos el equivocado. Era un gran bosque frondoso, lleno de ramas, piedras y un camino muy mal hecho. El camión iba rápido, y nuestro chofer, que no recuerdo quien era, evitaba todo obstáculo para llegar rápido. Después de un tiempo, vimos que no encontrábamos final a este camino, a lo cual nos empezamos a preguntar él porque habíamos tomado este camino y no el otro, el cual era una carretera común y corriente. Todo había sido impulso del chofer y otros más.
Empezó a hacerse de noche, a lo cual un miedo interno nos acechó, y al no saber si el final de este camino estaba cerca, más bien, el camino era incierto, no sabíamos cuando o a donde llegaríamos. Pedimos todos regresar a la caseta, y así tomar el otro camino.
Se hizo de noche, pareciera que el bosque nos miraba… que “algo” había entre todos esos árboles. El chofer aceleró. Mis ojos me pesaron, me dormí. Pasaron un par de horas, y al despertar, estábamos llegando a la caseta. Todos venían callados. Salimos del camión y nos deshicimos de él, consiguiendo así un auto. Todos nos dispersamos, para así comer y beber agua, y seguir con nuestro viaje. Yo y otros 2 nos quedamos en el auto. Uno de ellos nos invito a salir de este para comer los tres. Yo les dije que no era buena idea, algo en mi interior me decía que no era buena idea. Sin embargo salimos. Uno hizo cola para comprar comida, pues esta era muy grande. Yo sin embargo, no quitaba el ojo de encima de nuestro auto. Fue entonces que vi a 2 mujeres acercarse a este. Les comente a mis compañeros sobre el suceso, a lo cual no le dieron importancia. Mire de nuevo, y vi que lo trataban de abrir, les comente una vez más, pero su hambre era más que su razonamiento. Vi que estas forcejearon para abrir la puerta, y fue entonces que tome del brazo a uno y corrimos hacia el auto, y justo cuando ellas abrieron el auto y entraron, nosotros alcanzamos a entrar, impidiéndoles que se lo llevaran. Todos empezaron a llegar. Nunca supe de que hablaron ellas y mis compañeros, sin embargo, se quedaron con nosotros. Estábamos un poco llenos en el auto. Apenas y cabíamos.
Entonces decidieron irse lo más pronto posible de ahí. Yo estaba en la parte de adelante, como copiloto, y justo al lado mío otro más, en el auto, íbamos 3 enfrente y 5 atrás. Íbamos muy llenos. Abrí la ventanilla. Todos los pasajeros empezaron a despedirse de no se quienes afuera del auto, por lo cual cada quien estaba en su rollo. Note algunos rostros familiares, conocidos. Estos me dijeron adiós cuando pasaban cerca de la ventanilla. Entre todos estos rostros vi a mi mama. ¿Qué hacía ella aquí? Se acerco a mí y me dio 3 pequeñas lámparas en la mano. “Las vas a necesitar” me dijo. No entendí exactamente que me quiso decir, pero algo en mi interior me dijo que era verdad. Tome las 3 y las guarde en mi pantalón junto con unas pilas que tome de la guantera del auto. Y sin más, me dijo adiós. Sentí algo en mi interior. Como un “adiós” para siempre, sentí que nunca más la volvería a ver. Empezamos a arrancar, cuando de reojo vi a Rocío, mi profesora de inglés, y le pedí al conductor que se detuviera. Le llame y la salude, ella me comento varias cosas, que se me hicieron importantes. Entonces, la note algo alterada. La gente empezó a correr, nunca supe el motivo. En el auto todos gritaban que nos teníamos que ir, que no podíamos estar más ahí. Rocío tomo un pequeño niño, de alrededor 1 año y meses y me lo dio. Me dijo que me lo llevara. Entonces arrancamos. Yo sorprendido, sin aliento, solo mire a Rocío mientras nos alejábamos. La gente corría sin rumbo. Tratábamos de evitar a todos los posibles para no arrollarlos con el auto. Fue que en ese momento tomamos el camino de la izquierda, a diferencia del anterior, que era el equivocado. Miré al pequeño dormir entre mis brazos. Se me era familiar… muy familiar.
Pasaron un par de horas y llegamos a nuestro destino. Nos adentramos a una gran construcción. Era una especie de centro comercial, dentro había habitaciones, por lo cual pensé en un hotel, además de un hospital. En ese momento dormimos.
Al otro día, lleve al bebe a la parte del hospital. En ningún momento lo solté, la gente no me daba confianza. Una amable enfermera me dijo que necesitaba darle de comer, y la seguí a lo que pensé seria el comedor del lugar. Llegamos a este y vi un plato con pocas verduras y sopa. A mi lado otro plato de igual forma, que sabía que le pertenecía a alguien más. Entonces ella llego y deposito un recipiente con muchas verduras, y me pidió que sirviera todas las que quisiera y pudiera en el plato para el bebe, el cual me había pedido dejarlo sentado en la mesa, al lado mío. Deposite varias verduras en el plato. Ella se acerco y puso encima un extraño polvo. Me pidió que observara, a lo cual hice caso. Note como las verduras y la sopa se acababan, eran consumidas, solo quedaba una calabaza en medio. Me sorprendí al ver el hecho. Ella me explico que era una sustancia que prácticamente hacia juntar todas las verduras y sus vitaminas en una sola, y así, solo tendría que darle de comer esa única al bebe, y evitar darle un plato entero. Dude sin en darle ese platillo al pequeño… -------
------ Abrí los ojos. Note que estaba en la parte de pacientes del lugar. Vi a varios dormidos, otros recostados. El ambiente era algo… frio… melancólico… serio. Cada cuarto era para un paciente, eran cuartos con cama, tele y armarios. Me llamo la atención algo. Unos pacientes recién llegaban. Su esposa se encontraba en mal estado, o eso pensé al verla. El solo la miraba. Los pusieron en un cuarto y a ella en la cama. A él lo mire con una cara de angustia, de desesperación. Desde lejos observe la escena. Mire en su mano una herida. Se percato de mi curiosidad, a lo cual gire la cabeza y después el cuerpo y me fui.
Por ningún lado encontraba a mis compañeros. Imagino ellos estaban en su rollo, divirtiéndose o pasándola en alguna parte del pueblo, o de esa gran plaza… lo ignoro.
(*) Aquella mujer era una mujer algo acabada, sin embargo, si no tuviera esas ojeras y esos defectos en la piel, sería una mujer muy linda. Se sometió a unas operaciones y no sé qué tanto. Al finalizar, quedo hecha un ángel. Busto muy lindo y firme, un pelo largo y dorado, realmente hermoso. Unos labios de envidiar, carnosos y perfectos. ¿Qué fue lo que le hicieron? Es hermosa.
Pequeñas escenas me llegan a mi cabeza. Ella caminaba sola por la noche, en alguna parte del pueblo. Era una calle muy oscura y llena de basura. Dos sujetos llegaron y la atacaron. No recuerdo más después de ahí. Mi siguiente recuerdo es su cuerpo, destazado, en un contenedor de basura. La encontraron porque su cabeza se asomaba de este. ¿Por qué le paso eso? (*)
Al otro día desperté. Me moví por los pasillos del hospital, a lo cual vi que llevaban en una camilla una bolsa de deshechos o residuos biológicos llenos de sangre. Por alguna razón sabía que había dentro… o más bien, quien estaba dentro de esa bolsa. Pensé durante unos momentos más. Mi mente se colapso unos segundos.
Después de unos minutos. Recupere el aliento. Pensé y camine un momento. Fue entonces que me encontré con una vista al cuarto de los pacientes de ayer. Ella seguía acostada, él la miraba, sin embargo, él se veía muy mal. Ella lo tomo de la mano, a lo cual pensé que ella se encontraba mejor. La mirada de él solo se fijaba en el suelo. Sujeto fuerte la mano de ella, mientras trataba de ocultar su otra extremidad. ¿Pero que le ha pasado a esa herida? ¿Acaso se ha infectado? Debería pedir que revisen esa mano.
Salí un momento, y me senté no se cuanto tiempo. Pensé en esas verduras, pero por más que trataba de recordar, no sabía el porqué había ido por esas verduras, o para que me las habían dado. Mi curiosidad me hizo regresar a donde estaba esa pareja. Al llegar, mi sorpresa fue que el ya no estaba con ella. Lo busque a lo cual quede aun más sorprendido. Se encontraba en un cuarto, internado. Pensé entonces en esa herida. ¿Cómo se la habrá hecho? ¿Qué se la habrá hecho? Lo miré durante un momento. Se notaba con una fiebre como nunca antes había visto. De repente su cuerpo se torcía involuntariamente. Llego un médico y le dio un sedante.
Se hizo de noche. No dejaba de pensar en ese sujeto. Menos aun en esa herida. Mis ojos cerraron y me quede dormido.
Al otro día, desperté, y busque a la mujer que se hallaba internada. Ella estaba completamente recuperada, de pie. En su cuarto vistiéndose. Entonces salió y pidió visitar a su esposo, a lo cual la recepción le comento que no era posible. Sabía que algo andaba mal. Algo pasaba en ese lugar, algo malo… muy malo. Ella se acerco al cuarto de su esposo, y vi en sus ojos la intención de entrar, a lo cual me entro un miedo, y corrí y la tome del brazo. Le pedí que no entrara. Ella me miró. “¿Quién eres?” Me pregunto. No supe responder, solo insistí en que no entrara, que era peligroso. Ella se asusto y me empujó. No supe que hacer… me quede sin habla. ¿Por qué habría de asustarse de mí? Entonces me fui corriendo. Algo malo iba a pasar.
(*) Ella entro al cuarto de su esposo, sin que nadie se enterara. Entonces lo vio y empezó a llorar. Los ojos de él estaban abiertos, mirando el techo. Su cuerpo tenía pequeñas convulsiones. Tenía un sedante conectado en sonda, a lo cual ella lo desconecto. Paso un momento. El dejo de respirar. Cerró los ojos. Ella se acerco y lo abrazó. De repente la mano de él se empezó a mover y escupió sangre. Ella se asusto y dio un salto hacia la pared. El la miro y se le lanzo encima mordiéndola. Después se levantó y corrió a la entrada. Salió del cuarto y de la misma forma, ataco a una enfermera. Se puso de pie y corrió. De fondo la gente empezó a gritar. Del cuarto donde se encontraba, salió su esposa, o bueno, el cuerpo de su esposa, pues ya no era más ella. Esa mirada de rabia, ese instinto animal… ya no era más ella. Segundos después se levanto la enfermera, de la misma forma. Corrieron. (*)
No sabía si regresar al lugar. Sabía que algo raro pasaba. Recordé las palabras mi mama y mis lágrimas internas. Me sentía solo. No sabía qué hacer. A lo lejos, en alguna parte del pueblo (que más que nada parecía ciudad, pues era muy grande) se escuchaban gritos. Mi mirada se quedo pasmada en el suelo. Mi mente se hallaba confundida. Yo estaba lleno de miedo. Fue entonces que corrí a buscar a mis amigos.
(*) Era un taller mecánico. Varios negros trabajaban ahí. Uno de ellos se encontraba arreglando un auto cuando unas pisadas se escucharon atrás de él. Era uno de sus compañeros, lleno de sangre, con esos ojos rojos. El se asusto, y se levanto para tratar de ayudarlo, sin embargo, este lo ataco mordiéndolo por el cuello. Empezó a gritar. Entonces, otro llegó y con un tubo golpeo al atacante. Lo empezó a patear y a golpear con este. Mientras tanto, el que había sido atacado convulsiono y se levanto, de igual forma, como los otros. Se lanzo sobre su defensor, provocando que este soltara el tubo de sus manos. Después el otro se levanto y se lanzaron los dos sobre él. Este se lanzo en unos deshechos mecánicos, metiéndose entre los fierros y la basura, tratando de evitar sus rasguños y mordidas. Uno de ellos tomo un artefacto y lo lanzo sobre el asustado trabajador. El artefacto exploto provocando una gran descarga eléctrica, así matando al sujeto entre los tubos.
Justo esa mañana, a este le habían pedido construir este artefacto. No sabían muy bien su uso, pero la energía que podría crear, era muy potente. (*)
Los encontré. Les dije lo que pasaba, a lo cual ellos me comentaron que habían visto cosas similares, por lo cual habían corrido a ese lugar. Discutimos durante un momento, en lo que podría ser. Una especie de infección pensamos, que se transmite a través de las mordidas, como aquellas películas de zombis que habíamos visto.
Corrimos, y nos detuvimos en una gran avenida, donde había mucha gente reunida. Era una especie de manifestación a lo que estaba sucediendo, culpaban al gobierno, a las autoridades, y sus estúpidas investigaciones y experimentos científicos. Entre la multitud, me tope con mi primo Ángel, el cual estaba vendiendo unos comics de DC, de esos que son difíciles de conseguir.
Nos dirigimos de nuevo a esa gran plaza, o centro comercial, nunca supimos realmente lo que era, y una en la entrada, nos metimos corriendo, pero cautelosos, esperando no hacer ruido o algo para llamar a alguna de esas criaturas. Fue que uno de ellos nos vio, entonces corrimos, deprisa, buscando donde meternos. Fue que entramos a un cuarto de esos donde colocaban a los enfermos, y nos encerramos. Los golpes de aquellos “seres” se escuchaban fuertemente en la puerta, la cual tenía pequeñas partes de vidrio, muy resistente, pero sin embargo, nos podían ver por estos, y nosotros a ellos. Veíamos sus gestos, sus movimientos… la sangre que escupían de sus bocas y esta quedaba impregnada en la puerta.
Pusimos atención en aquella habitación. Pude ver como en la cama se encontraba aquella mujer que había cuidado a su esposo. Pero no eras mas una humana. Era una de esas criaturas. Esta nos trato de atacar, a lo cual corrimos dentro de la habitación. Sin embargo, otro de ellos salió de una puerta y me lanzo por los aires cayendo en el suelo. Entonces, alguien me lanzo un arma, la cual empecé a usar para mi defensa, sin embargo, aquel ser parecía no verse afectado por las balas, se me lanzo, y un disparo se me salió, dándole en la pierna a mi amigo Ricardo. En ese momento me percate que el infectado retrocedió, tomándose por la pierna, como si hubiera recibido una herida. Golpe a Ricardo, y el infectado recibió el mismo efecto. ¿Qué demonios pasaba? Una vez más, el infectado se me lanzo, y yo, en mi desesperación, y sin saber qué hacer, le di una patada, y me lance contra Ricardo, tomándolo por la cabeza y disparándole en esta. Fue que el infectado cayó al suelo. Ambos estaban muertos. ¿Pero qué demonios acababa de hacer?
Mientras tanto, los demás habían podido acabar con la infectada. Les comente lo acontecido. Ellos entendieron. Nadie sabía exactamente lo que había pasado, el por qué se tenía que matar a Ricardo para matar al infectado. Yo solo trate de justificar mis actos por defensa propia. Aun así, la conciencia me atormenta, pues nunca supe lo que él estaba pensando en ese momento, y no me quiero imaginar el que pensó cuando le apunte con el arma y dispare…
Nos deshicimos de los cuerpos. Nos dimos cuenta que donde nos encontrábamos, era una especie de departamento dentro de esa gran plaza o lo que fuese. Empezaron a pasar los días. Nosotros solo escuchábamos gente gritar afuera, infectados correr por los pasillos, y una que otra vez golpear a la puerta. Ya no estaban seguros si estábamos ahí. Éramos silenciosos. Tratábamos de no hacer ruido. Y siguieron pasando los días…
Fue entonces, que un día, me desperté. Tenía en la mente una angustia… ¿Cómo escapar de ese lugar si en una oportunidad, los infectados entraran? Empecé a revisar todas las ventanas del departamento, el cual tenía muchos cuartos. Sin pausa, empecé a revisar, asomarme y demás en estas. Cuarto por cuarto. El departamento contaba con 2 baños. Uno desocupado, el otro se encontraba ella… Paty, estaba bañándose. La verdad nunca le hable muy bien a esa chica, sin embargo, sabía perfectamente que era una chava muy linda (por lo menos para mí). Su cabello rubio y su cuerpo me hacían sentir “mariposas” en el estomago.
Sin embargo, en ese momento, mi lógica apartaba mis hormonas. Así que entre sin tocar a la puerta ni avisar. Ella se encontraba completamente desnuda. Al entrar ella se espanto y se tapo con las manos. Yo camine hacia ella, mientras ella me gritaba enojada. No le tome importancia, mi mente estaba solo en la ventana que se encontraba atrás de ella. Ella salió del lugar con una toalla y yo me asome por aquella ventana. En mi subconsciente me decía a mí mismo “que lindo cuerpo”.
Salí de aquel baño y entre a otro cuarto. Entonces me asome por una gran ventana que se encontraba en este, y mire a uno de ellos que se encontraba parado, mirando de frente. Estaba como a unos 5 metros abajo. De repente este volteo y corrió entrando al edificio. Por alguna extraña razón, sabía cómo llegar a donde nosotros estábamos. Entonces tuve un mal presentimiento.