martes, 6 de diciembre de 2011

En Alguna parte de Europa


Llegamos Alejandra y yo a esa ciudad, o más bien pueblo. Era un pueblo realmente, pero tenía servicios como una ciudad. El estilo era renacentista. Por alguna extraña razón me sentía en alguna parte de Bulgaria. Ella y yo caminamos buscando alguna habitación donde quedarnos. Entramos a un hotel lujoso, con estilo un poco medieval, paredes de piedra y candelabros con cientos de velas. La iluminación era perfecta, y los decápodos espectaculares.

La señorita del lugar nos pidió que la siguiéramos. Nos empezó a mostrar unos cuartos... no eran interesantes. Mi vista se contenía en ella. No podía creer que después de tantos años, nuestro sueño de viajar juntos se hacía realidad. Subimos unas escaleras algo estrechas, en forma de caracol, hechas con piedra. Entonces, la trabajadora nos mostró esta suite que hizo que cambiara mi vista de ella a la habitación. "Es perfecta" pensé. Entre a esta habitación y mire por la ventana. Tenía un balcón que daba una vista hermosa a la plaza central del pueblo, donde esa noche se celebraría una gran fiesta, con música en vivo de la época y cena. "El lugar perfecto para ir los dos" pensé. Mirábamos la habitación. Creo que los dos pensamos igual, debíamos hospedarnos en ese cuarto, a lo cual rentamos este por un par de días.

Le pedí a Alejandra que saliéramos a caminar un rato, a lo cual ella me aconsejo nos arregláramos para después de caminar ir al "carnaval" del pueblo. Ella entró a la habitación y empezó a  arreglarse. Yo hice lo mismo cerca del balcón. Termine en unos 20 minutos, después de todo, nosotros los hombres no tardamos tanto como las mujeres. Mire por el balcón como poco a poco la plaza se iba llenando, el atardecer era perfecto. Escuche un grito, era ella, pidiéndome que ya arreglara todo, que solo saldría para ya irnos.

Me adelanté. Abrí la puerta de la habitación y espere un momento en las escaleras. Entonces, ella salió. Vestía un hermoso vestido negro, que parecía hacer juego con el estilo de la época del pueblo, hotel, carnaval. Un estilo gótico y el cual tenía un corsette. Solo la miré unos segundos para después acercarme a ella y susurrarle lo bella que estaba, a lo cual la abrasé y la bese lenta y apasionadamente. Ese beso me pareció que duraría una eternidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario