domingo, 14 de agosto de 2011

Arctic Land

Todo comenzó cuando viaje a aquellas tierras nórdicas... cubiertas de esa cosa blanca a la cual llamamos Nieve, irónicamente cálida estando a temperaturas muy bajas. Una vez llegue ahí, camine durante horas en el solitario desierto de nieve, para encontrarme con mi amiga Alexandra, la cual vivía ahí, ella y su familia. Su casa era muy pequeña, prácticamente solo una pequeña habitación de entre 3 metros por 3 metros, donde sus 2 hermanos y su mama dormían, y ella, dormía en un campamento improvisado a un lado, y es ahí donde empecé a pasar las noches. Al día siguiente, pude entrar a ese pequeño cuarto, el cual era realmente caliente, lleno de cobijas y almohadas. Solo al entrar desaparecía el frio de aquellas tierras árticas, y podías dormir como un oso. ¿Por que ella no duerme con los demás? Claro, lo entiendo... ella es la mayor, sus hermanos son apenas unos niños, y su mama ya está en una edad adulta...



Era la primera vez que nos conocíamos, a pesar de haberlo hecho hace mucho tiempo, pero esta era la primera vez en persona. Me sentí muy feliz. Pasaron un par de días y todo iba de maravilla, jugábamos, nos divertíamos y demás en toda esa zona, que a pesar de que era algo sola, era muy grande y extensa para jugar y mirar las estrellas... y no se diga por las noches de aquella Aurora Boreal.



Cierto día, me llevo a lo que ella me dijo "el lugar más hermoso de aquí". Caminamos un rato, no mucho, tal vez 20 minutos y llegamos a una zona donde había varia gente. Ella me explico que las personas que vivían por aquí solían visitar este lugar, al igual que visitantes y demás. Delante de mí, pude ver un gran bosque, lleno de grandes árboles y extensa vegetación y flores. Todo de color verde... ¿Como podía haber un Bosque de estas características en medio de estas tierras árticas? No lo se... pero parecía un oasis en un desierto. Ella me explico que era un bosque encantado... que en el habitaban criaturas "mágicas". Yo imagine unas hadas o algo por el estilo. Me dijo que teníamos que acampar y prepararnos, pues el bosque era tan grande, que podíamos perdernos. Entonces montamos un campamento improvisado, en medio de toda esa gente que parecía esperar lo mismo que nosotros. Recuerdo llevaba ciertos objetos, no se para que, entre ellos un poster, ¿Pensaba regalárselo a ella? No lo recuerdo. Cayó la noche y poco a poco toda esa gente en el lugar empezó a apagar sus fogatas y a dormir.



Al otro día desperté por los rayos del sol, muy tenues, pero que daban directo a mi cara. Di un saltó y me percate que todos, absolutamente todos se preparaban, mientras que otros aventureros llegaban o se pasaban a retirar del lugar. Ella me puso su mano en mi hombro, y con una sonrisa, me dijo que podíamos adentrarnos a este lugar. Pero por una razón, la cual no recuerdo, no entramos. Volvimos a su casa y pasamos el día ahí. Ella me prometió que lo haríamos al día siguiente. Entraríamos a ese lugar.



Pasó la noche, como las otras. Lleno de frio, pues recordaran que nosotros 2 dormíamos en un pequeño campamento al lado de aquel cuarto caliente. Lo único que me quedaba era meterme entre esas cobijas que teníamos y hacerme bolita, pero ella me abrazó y con el calor de nuestros cuerpos, quede completamente dormido, esperando con ansias el día siguiente.



La mañana llegó, y una vez más, llegamos a ese lugar donde la gente se preparaba, ya sea para entrar a ese bosque o para pasarse a retirar. Llevábamos varias cosas, las cuales había que cargar durante el rato que estuviéramos caminando en el bosque, pero en ese momento, me acorde de aquel poster... ya no estaba... no mas desde la anterior noche que pasamos en ese lugar. ¡Se lo robaron! pensé drásticamente. Fue entonces que le explique la situación, y ella mando a sus dos hermanitos a dejar todas las cosas a la casa donde se encontraba su madre. Las ansias de entrar nos ganaron y nos metimos. Un gran camino alrededor de esos árboles se encontraba brillando, con sonidos del bosque. ¿Esto era real? Parecía un sueño, pensaba. Ella me tomo de la mano y yo pase mi brazo por sus hombros, y caminamos poco a poco por ese lugar. No nos adentramos mucho, pues no llevábamos ni comida ni nada, solo lo necesario para pasar ahí unas cuantas horas. El tiempo paso, y yo era feliz, tan bello lugar, y tan bella dama en compañía mía. No podía pedir más.



Llego el momento de pasarse a retirar, y salimos por un angosto camino, con pequeñas partes de concreto. A mi lado había unas rejas cubiertas por las plantas del lugar. Salimos, y me encontré con unas llanuras con partes cubiertas de nieve. Caminamos un gran tramo y llegamos por otro camino distinto a su casa. Salude a su familia y empezamos a cenar... la noche caía poco a poco. Después pasamos a dormirnos, la abracé y ella me sonrió, después fundimos nuestros labios. "Tenemos que repetir lo de hoy" le dije... después, no recuerdo nada más.



Al otro día, nos encontrábamos a primera hora, una vez más listos para adentrarnos a ese gran bosque. Esta vez en compañía de sus hermanos, los cuales no nos habían acompañado el día anterior. Uno de ellos, emocionado, echó a correr y se adentro, detrás de él, salió disparado el otro. Entre tanta gente, hicieron demasiada distancia. Ale y yo corrimos atrás de ellos, pero entre la gente, y después aquellos arboles, perdí distancia, y los peri completamente... me encontraba solo en ese gran bosque. Grite por sus nombres, nadie me respondía... pasaron las horas y no sé que tanto mas... parecían días... me sentía cansado, mas no hambriento... Me sentí en el Limbo de los sueños. Camine durante años... y por fin llegue a un extremo del bosque, donde me encontré con aquellas extensas llanuras con pequeñas partes de nieve... "¡Eso es!", exclamé, "¡Este es el camino el cual tomamos la otra vez para llegar a su casa!" Camine y seguí el camino, para llegar a su casa, sin embargo, no tuve éxito... pasaron varias horas. Tope con el océano y regresé, tal vez estaba caminando en dirección incorrecta. Seguí caminando y no encontré dicha casa... Estaba perdido... Empezó a caer la noche. Un letargo entro en mi. Mire a lo lejos, era una ciudad... caminé hacia allá, con las fuerzas que me quedaban. Una vez ahí, caí inconsciente... no podía mas, necesitaba dormir... comer, llorar.



Me desperté en una camilla, al lado de mi me veía una enfermera atentamente. Mire a mis alrededores... era una ciudad algo pobre, pero llena de gente. El lugar donde nos encontrábamos estaba en medio de todas esas calles, sucio, lleno de porquerías de basura y animales. ¿Alguna vez han visto Bangkok en las películas? Era parecido. Mire mi cuerpo, estaba vestido con una bata. La enfermera murmuro "Está listo doctor". Entonces voltee, y pude ver como trajeron a otras 2 personas, inconscientes. Una de ellas era Alexandra. La mire, y sonreí. "Estas a salvo" pensé. Empezaron a prepararla, la sedaron conectándole una sonda la cual colgaba de la pared y abrieron su boca. "¿Para qué hacen eso?" pensé. El doctor tomo unas pinzas y empezó a quitarle una muela. Reaccioné bruscamente. ¿¡Para que hace eso?! Grité. Trate de detenerlo, pero mis piernas no reaccionaron. Estaba anestesiado, la mitad de mi cuerpo lo estaba, sentí la punzada de la inyección en mi espalda y columna. Poco a poco empezaron a retirarle todos los dientes. "Necesitamos todos los órganos de estos dos" le murmuro el doctor a la enfermera. La desesperación llenaba mi cuerpo de pies a cabeza, no sabía qué hacer, no podía moverme. Voltee a verla, su cuerpo se hallaba desnudo, y listo para abrirla, para empezar a sacarle las entrañas. ¿Qué demonios está pasando? Por unos momentos, mire mis manos, enfrente de mi rostro... no era yo... esto no podía estar pasando. ¡Despierta!

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