He estado pensando demasiado en el motivo del por qué nos encontramos justo en este momento de nuestras vidas… y no sé si realmente un motivo. Quizás soy solo yo tratando de justificarlo y aferrarme a pensar que es algo más grande que nosotros… que todo está dentro de este “plan maestro”. Quizás es solo la idea de esta utopía donde me imagino con ella, en decenas de situaciones donde con solo imaginarlo, me siento feliz o sonrío ligeramente, aquí solo en mi habitación.
¿Acaso así se siente estar enamorado?
Apenas conozco a esta mujer, pero siento con tan poco tiempo la conozco demasiado. Ignoro por que ha tomado esta confianza conmigo, y me ha compartido tantas cosas… a mi… un simple desconocido.
Hace unos días nos encontrábamos acostados en su cama, y me gusta observarla. Me gusta ver su rostro, sus ojos… sus labios. A pesar de todo lo que ha vivido en estos últimos meses… en esta última vida, ella no deja de sonreír. Me platica su juventud, y sus momentos de diversión.
Salimos al parque en la madrugada y me hace muy feliz verla divertirse en los juegos, como si dejara de ser adulto… de tener todas estas responsabilidades y problemas y solo se enfocara en su felicidad del presente. Suspiro…
Me siento enamorado(?)
Ella no está bien. Necesita curar. Eso me pone triste… ¿Sabes? El verla así, ver así a una persona tan llena de luz, porque es irónico que, a pesar de su nombre, pueda sentir tanta luz en una persona. Sus abrazos son de los abrazos más cálidos que he sentido en mi vida.
Me gustaría estar ahí para ella, ayudarla en lo que pueda, no dejarla sola. Sin embargo, sé que es un proceso que ella misma debe trabajar… en solitario.
Solo quiero que ya no derrame más lágrimas.