Recuerdo me encontraba con mi prima Gina en un edificio grande, buscábamos no se que, pero si no mal recuerdo, era una gran plaza, y recorríamos todas esas tiendas departamentales. Platicábamos, reíamos y demás como cualquier otra pareja que sale de compras.
De pronto, el la estructura se estremeció. Estaba temblando, la gente empezó a caminar rápido, otros cuantos empezaron a correr. Se escuchaban voces por todas partes. Yo la tomé de los hombros y empezamos a caminar juntos, buscando la salida. Una voz proveniente de los altavoces de emergencia de la plaza se escuchó clara y fuertemente. "A todas las personas que se encuentran en Manhattan, favor de trasladarse a la parte de Nueva York". ¿Por qué nos pediría eso? Entonces buscamos la salida cercana al lado de NY, y una vez que dimos con esta, empezamos a caminar por la calle.
No tardamos en avanzar 20 metros después de la salida de la plaza, cuando el suelo delante de nosotros se levantó. Era como si el suelo se partiera en dos, tratando de separar completamente el territorio. Los dos nos percatamos de esto, a lo cual corrimos y saltamos del otro lado de la grieta, la cual se extendía, haciendo caer algunos autos y personas a esta después de que nosotros la saltáramos. ¿Que está pasando? ¿Por esto nos pidieron dirigirnos a Nueva York? Empezamos a correr.
De manera repentina, empezaron a caer granizos, mas bien, cristales... del tamaño de un balón de fútbol americano. La gente caía noqueada, si no es que muerta por estos.... No eran demasiados, a lo cual había probabilidades de correr y salir ileso, por lo cual seguimos huyendo. Poco a poco, en nuestro trayecto, veía como esos grandes trozos de "cristal" le quitaban la vida a toda ese gente, la cual, como nosotros, huía despavorida, sin saber que pasaba... tratando de salvar su vida. La gente se escondía en los edificios, tratando de evitar esos meteoritos transparentes, sin embargo, estos parecían buscar la manera de romper los vidrios y dar con sus objetivos... nosotros. Empezamos a movernos de lugar en lugar, metiéndonos a los edificios en sus plantas bajas. Fuimos a parar a un edificio el cual daba con el mar. Miramos por la ventana, y nos quedamos atónitos a lo que vimos. Un maremoto. Corrimos para salir del edificio, pues sabíamos que si nos quedábamos ahí, moriríamos ahogados. Justo antes de salir, la ola paso sobre nosotros, fuñe entonces que seria el fin.
Un minuto después, me hallaba tirado en el pavimento. Mire a mi lado y estaba Gina de la misma forma, escupiendo agua de los pulmones. Me levanté como pude y la ayudé. La abrasé, los dos moríamos de miedo, sin embargo, seguimos adelante. Para ese momento, las calles estaban vacías. Todo ese caos, había ahuyentado a la gente de toda esa zona, así como a tantas otras las había matado. Toda esa agua corriendo por las calles... y esas olas que chocaban con los edificios lejanos, nos hacían ponernos nerviosos, más de lo que ya estábamos. De pronto, otra gran ola se lanzó contra nosotros. Jalé a Gina para refugiarnos entre dos paredes que se encontraban del otro lado de la calle, pero su miedo fué demasiado, que ella opto por correr hacia adelante. Fué ahí donde nos separamos.
Solo, sin saber que hacer, y con el pensamiento de ella en mi cabeza, corrí hacia una tienda. Desde afuera me percaté que era una tienda de artículos Navideños. ¿Acaso estaba cerca Navidad?. La tienda estaba intacta, sin daño alguno, a lo cual me entró una cierta tranquilidad. Subí unas escaleras, y me senté en el primer piso, desde el cual podía ver la entrada principal. Me encogí y tome mis piernas con mis brazos. Podía escuchar todos los ruidos de la naturaleza sobre esa pequeña tienda, aquellos cristales, el viento... el agua corriendo por la avenida principal. De pronto, se escuchó un gran sonido. La puerta principal, la cual era de madera, empezó a tronar, y de un momento a otro, esta se abrió de golpe, dejando entrar toda esa agua. Yo no tenía escapatoria, sabía que ahí iba a ser el fin.